Rankings »Ranking de libros: los cinco al hilo de Liliana Villanueva

Ranking de libros: los cinco al hilo de Liliana Villanueva

Ranking de libros: los cinco al hilo de Liliana Villanueva
Liliana Villanueva

Nació en Buenos Aires, vivió en Berlín, Moscú y Montevideo. Es arquitecta UBA y fue corresponsal de prensa en Rusia. Doctora en arquitectura por la Universidad de Darmstadt, Alemania, publicó los libros: Las Clases de Hebe Uhart, 2015, Sombras rusas, 2017, Lloverá siempre. Las vidas de María Esther Gilio, 2018; Maestros de la escritura (Ediciones Godot) y Otoño alemán (Blatt&Ríos) Ganó el Premio Míkel Essery de relatos de viaje (País Vasco, 2012), en dos ocasiones el Premio Osvaldo Soriano de Relato (La Plata, en 2013 y 2016) por sus crónicas rusas, el Premio del Lector de la Fundación el Libro de Buenos Aires (2015) y el Premio Casa de las Américas de Cuba en 2017. Vive entre Buenos Aires y Berlín.

Prólogo de la lista. “No creo que se pueda recomendar o aconsejar nada a nadie, y mucho menos libros, que tocan temas y géneros tan individuales o personales como el perfume que uno o una usa. Lo que sí creo es que las propias lecturas pueden inspirar a otros y por eso elegí los libros que más he releído de mi biblioteca de viajes, aunque hay bastantes más y las listas siempre quedan cortas.
La literatura de viaje es inclasificable, incluye desde la no-ficción hasta la novela, desde el relato de un viaje vivido el año pasado o hace treinta años, y también los viajes quietos. Pero hay ciertas constantes que hacen que estos libros vayan armando una familia imaginaria de autores y viajeras incómodos en las bibliotecas, difíciles de ubicar para los libreros, que siempre se quejan de que no saben dónde ponerlos. Los desubicados de siempre, entre los que me incluyo, sin orgullo, ni esperanza, ni desesperación”.

1. La ruta cruel, Ella Maillart (La Línea del Horizonte)

Fue durante décadas mi libro de viajes de cabecera. Soy fan de la suiza, una pionera en muchas cosas, mi sueño habría sido viajar con ella a China o visitarla en su cabañita de los Alpes y que me dejara leer los libros de su gran biblioteca. Este viaje es una fuga de la Europa enloquecida que estaba por entrar en guerra; Persia y Afganistán son solo la excusa para irse en auto con su amiga, Annemarie Schwarzenbach, al reverendo carajo. Cuando Jung, el psicoanalista suizo, le preguntó por qué viajaba, ella contestó: “Ando en busca de los que aún saben vivir en paz”. Lo escribió enclaustrada en un monasterio budista, y cuando se enteró de que su amiga había muerto, reescribió todo el texto desde otra perspectiva. Después de muchos años y muchas relecturas descubrí que en el formato de diario de viaje que ella siempre usó existe una sutil estructura de crónica. Después supe que este libro es también un doloroso duelo por su amiga.

2. Las voces de Marrakesh, Elias Canetti (Editorial Pre-Textos)

Un alumbramiento, su poder de lenguaje es imbatible, Canetti es un viajero inteligente, certero, es la voz de la Vieja Europa que mira sin prejuicios al África árabe, a la poesía de sus espacios, intentando comprender. Este libro ilumina, abrís sus páginas y sale luz de adentro.

3. La montaña del alma, Gao Xingjian (Booket)

Para mi, todo un descubrimiento: es una novela y es un viaje real por China en un momento personal y político difíciles, un último viaje de siete años antes de su exilio francés. Es también un recorrido erótico y filosófico por los lugares donde siempre he querido estar, sin saberlo.

4. Un día más con vida, Ryszard Kapuscinski (Anagrama)

El maestro Kapu nos habla de la guerra de Angola, que él vivió en la primera fila del lado angoleño siendo corresponsal de la Polonia comunista, haciendo de intérprete de las tropas cubanas debido a su gran dominio del español. Las descripciones del abandono de los portugueses a su colonia africana son magníficas. Una obra maestra entre todos sus libros, uno más magistral que el otro.

5. Las líneas de la canción, Bruce Chatwin (Muchnik Editores)

Un viaje por Australia que es también un recorrido por una visión del mundo aborigen y su forma diferente de concebir el espacio y el territorio. Desde En la Patagonia, en cada viaje que hacía, el gran viajero Chatwin no paró de escribir un clásico tras otro. Gran cuentista, empático hasta el riesgo de perder la propia identidad, si no fuera porque era tan inglés —o galés—, una isla de la que difícilmente era posible escapar.

¡BONUS TRACK!

6. América día a día, Simone de Beauvoir (Mondadori)

Un diario retrospectivo de su primer viaje a Estados Unidos recién acabada la Segunda Guerra. La Beauvoir, inesperadamente convertida en cronista, se deja llevar en ese estado de asombro en el que nos ubica el viaje. Una experiencia que la marcó personalmente y la llevó a escribir El segundo sexo ni bien publicó este libro, poco conocido, raramente literario, escrito con total conocimiento de las técnicas de la literatura de viaje.

7. El pez escorpión, Nicolás Bouvier (Altair)

El relato del fin de un largo viaje donde el lugar no es el tema central sino el estado interior del alma. Hermosa reflexión de lo que significa el viaje, de los motivos que nos llevan a fugarnos y a querer ser lo que no somos.

Compartir en redes:

Dejanos tu pregunta, comentario o recomendación sobre libros

0 / 300

Mirá también